Manipulación genética
La manipulación genética es una tecnología moderna que se fija en el ADN y procura hacer cambios en el mismo o transferir algunos rasgos para así dar paso a la creación de nuevas especies, procurar crear seres perfectos o de antemano idealizados.
¿Qué es el ADN?
El ADN es el ácido desoxirribonucleico, una macromolécula que forma parte de todas las células. En ese ácido se encuentra la información genética usada en el desarrollo y el funcionamiento de los organismos vivos conocidos y su transmisión hereditaria. Es decir, esos diminutos compuestos determinan las características de cada especia.
En las últimas décadas se ha visto como el hombre ha estado modificando a su antojo los seres vivos. Con el simple hecho de intercalar elementos diversos en el DNA de una especia a otra, dan paso a nuevas creaciones. Ya no se trata de cosas tan comunes como un simple mango-piña, chironjas, o alguna otra clase de fruta mezclada. De lo que estamos hablando es de modificaciones genéticas que pueden producir o crear toda clase de monstruosidades. Puede resultar curioso, divertido, entretenido e interesante el poder manipular las cosas hechas por el Creador original. Sin embargo, como toda cosa sobre la cual se altera o se viola los derechos de autor, tendrá sus consecuencias por el simple hecho que la creación es obra de Dios y no nuestra. De esta manera, el hombre se está tomando libertades que no le corresponden, las cuales son violar el derecho de autoría de Dios sobre todas las cosas.
Muchos científicos de hoy descartan la labor del Creador y piensan que son ellos los amos y señores. Sin embargo, en algún momento Dios como Creador de todas las cosas nos llamará a cuentas sobre su creación.
Reconoced que Jehová es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. (Salmo 100:3)
¿Qué sucederá cuando el rey regrese luego de su tiempo de alejamiento y nos llame a cuentas? ¿Qué sucederá al ver que hemos destruído toda su creación?
El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia? (Salmo 94:9-10)
