Para los que nos reciben, oramos para que Dios les bendiga más, y para los que nos atacan, de igual forma los bendecimos.
Nuestra predicación no se detendrá:
"Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies". - Mateo 10:14
"¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?" -Gálatas 4:16
Tanto a aquellos que nos reciben como los que nos censuran les invitamos a leer el libro de Los Hechos y que Dios les bendiga!