Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu
redoma; ¿No están ellas en tu libro? (Salmo 56:8)
redoma; ¿No están ellas en tu libro? (Salmo 56:8)
No estés triste y recuerda que Dios conoce toda situación.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya
no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;
porque las primeras cosas pasaron. (Apoc. 21:4)
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya
no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor;
porque las primeras cosas pasaron. (Apoc. 21:4)