Jesuitas tienen nuevo "Papa Negro"
Redacción BBC Mundo
Adolfo Nicolás
Nicolás ha pasado la mayor parte de su carrera en el Lejano Oriente.
El teólogo español Adolfo Nicolás fue elegido como nuevo "Papa Negro", nombre por que el que se conoce al superior general de la Compañía de Jesús.
Su designación fue hecha tras la reunión de cuatro días que sostuvieron 217 electores de la Congregación General, que fueron a Roma, Italia, desde todas partes del mundo.
Nicolás, de 71 años, sustituye a Peter-Hans Kolvenbach, el holandés que estuvo al frente de los jesuitas durante los últimos 24 años.
Aunque el puesto es vitalicio, Kolvenbach solicitó al Vaticano y a su orden la renuncia, aduciendo su avanzada edad -cumple 80 años en 2008- y su largo desempeño al frente de la Compañía.
Funcionarios del Vaticano señalaron que el papa Benedicto XVI recibió la información sobre el nombramiento de Nicolás y ya dio su aprobación.
Desde el Lejano Oriente
Nicolás recibió la orden en Tokio, Japón, en 1967 y pasó la mayor parte de su carrera en Asia, siendo ascendido en 2005 a Superior de los Provinciales de Asia Oriental y Oceanía, cargo con base en Manila, Filipinas.
Peter-Hans Kolvenbach, el superior saliente
Kolvenbach es el primer "Papa negro" que renuncia en cuatro siglos y medio.
Previamente se desempeñó en varios puestos en la congregación y fue profesor de Teología en la Universidad de Sophia en Tokio.
El cargo de "prepósito o padre general" se conoce coloquialmente como "Papa negro" por la influencia que ha tenido en la iglesia Católica el superior de esta orden fundada en el siglo XVI, en la que los curas visten con sobrias sotanas negras en contraposición con las vestiduras tradicionalmente blancas del Pontífice romano.
Un caso excepcional
La Compañía de Jesús o Societas Jesu, en latín, fue fundada en París por Ignacio de Loyola y otros nueve compañeros, en 1540.
Aunque menos fuerte que en la década de los 60, cuenta hoy con cerca de 19.000 miembros, que la convierten en la orden católica más numerosa. p> Durante su historia, los jesuitas han tenido una tensa relación con el Vaticano, algo que se manifestó en décadas pasadas cuando desde Roma se percibió que la orden estaba dando un un peligroso giro hacia la izquierda en Iberoamérica con la Teología de la Liberación.
De acuerdo a las reglas jesuitas, sólo se escoge un nuevo Padre general en caso de fallecimiento del anterior, en caso de que padezca una enfermedad grave o si él considera a conciencia que debe renunciar.
Por tanto, el paso a un lado de Kolvenbach constituye un caso excepcional: es el primer "prepósito" en renunciar en cuatro siglos y medio.
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