La Nueva Era procura que el hombre piense de si mismo que es uno con Dios. Pero esa unidad no se trata de la comunión bíblica sino de una idea en la cual el hombre es fusionado en la deidad de tal forma que no hay diferencia entre ambos. O sea, que la deidad y las criaturas son la misma cosa. Esto se llama "panteísmo". La creencia que afirma que todo es Dios, incluyendo la misma naturaleza.
De esta manera colocará al hombre en un lugar que no le corresponde, el lugar de Dios. Es por esto que vemos como los ocultistas tienden a "declarar y ordenar" con sus bocas. Es decir, piensan de si mismos que están en lugar de Dios para pretender poseer ellos mismos el poder para cambiarlo todo por medio de su ordenar ya que se consideran dioses.
Dice el ocultista nuevaerista Walter Mercado:
"Abre tu corazón a los milagros de la vida. Declara y reafirma en este mismo instante lo que tú deseas que te traiga paz y esa felicidad que tanto anhelas. Comienza por reconocer que en tu interior existe un caudal de sentimientos que son los que te hacen ser único y a la vez uno con la mente universal".Estas ideas contrastan con el mensaje bíblico donde el hombre reconoce que hay un solo Dios en los cielos ante el cual vamos humildemente en oración. El modelo de fe dado por Cristo nunca fue que el creyente pretendira crearlo todo por medio de sus palabras o de su voluntad, sino que Dios invita al hombre a pedir con fe y presentar sus necesidades para que Dios sea el que supla.
En la oración del Padre Nuestro vemos como Dios nos dice:
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. (Mateo 6:10-13)
!!Qué gran contraste en la manera que ora el mundo versus la manera establecida por Dios!!. En la oración dada por Cristo hay sumisión, humildad y respeto hacia Dios. En la oración dada por el mundo hay soberbia, altanería y egoísmo.
Tengamos cuidado y no estemos cayendo en el mismo espíritu falso que tienen los paganos introduciendo métodos oscuros dentro de las congregaciones.
Por otro lado, el novelista Dan Brown en su nuevo libro "El símbolo perdido" utiliza la herramienta de dicha novela para pretender conducir a millones de personas a abrazar la idea que el pensamiento humano posee energía con la cual puede crear su propio mundo.
Dice el artículo:
Las múltiples referencias explícitas contenidas en El Símbolo Perdido sobre las investigaciones y la obra de Lynne McTaggart (autora de El Campo y El Experimento de la Intención) son mucho más que una coincidencia... El mensaje de El Símbolo Perdido es que finalmente la ciencia está aportando pruebas de algo que la Sabiduría Antigua siempre sostuvo: que el pensamiento tiene una energía tangible y capacita al ser humano para crear su propio mundo.
La conexión con la obra de Dan Brown es tal que éste menciona a Lynne McTaggart por su nombre y apellido, cita su libro e incluso se refiere a su página web en múltiples ocasiones.
Todavía no hemos podido leer el libro en español, pero ya sabemos que Katherine (co-protagonista de El Símbolo Perdido), quedó fascinada con el libro El Experimento de la Intención y “visitó” la web www.theintentionexperiment.com para descubrir cómo la intención del ser humano puede cambiar el mundo.
Vea: http://www.editorialsirio.com/
Sobre esto, lo que tenemos que decir es que las diferentes religiones del mundo poseen diversidad de técnicas de sanación. El propio Paul Yongui Cho admite en su libro "La Cuarta Dimensión" que los monjes budistas y sus técnicas de sanidad proceden de su conexión con los demonios, sin embargo, pretende haber encontrado un método "cristiano" para hacer lo mismo.
Tengamos cuidado y no estemos cayendo en la mentira disfrazada de cristiana. Tenemos un Dios y Padre en los cielos que tiene cuidado de nosotros. A El podemos pedir, clamar, rogar y él responderá conforme a su voluntad y no la nuestra.