Jesús rechazó de forma contundente el hecho que los hombres hicieron un enfoque en la culpa humana y usaran técnicas destructivas. Dice:
"...y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más." (Juan 8:1-9)
Vemos que el primero que quiere que los hombres dejen de pecar y anden en santidad es Dios mismo, sin embargo, Dios conduce a la santidad por medio de una invitación a dejar de pecar e ir por un camino de justicia y santidad. A diferencia del mundo, los falsos religiosos utilizaban la culpa como castigo y martirio y en muchos casos como forma de manipulación y subyugación. Ese es el caso de los llamados confesionarios católicos donde hombres pecadores que dicen llamarse "Santos padres" (siendo igual o más pecadores que los que acuden a "confesarse" frente a ellos) se jactan de piedad y se ubican a si mismos en un nivel "superior" para indagar en las vidas de las personas rebuscando faltas que sólo a Dios corresponde perdonar. De esta manera, los católicos se encuentran en el engaño de la manipulación, la dependencia, y creen que su destino eterno depende de detallar cada cosa errada que hacen delante de un hombre igual a ellos. De este mecanismo se ha valido el Vaticano por muchos siglos como manera de control psicológico contra aquellos ignorantes feligreses que tienen atrapados en sus redes. En la Biblia vemos claramente que en la era de la gracia, Cristo fue puesto por sacerdote de todos los hombres, quedando nula la vieja práctica de los sacerdotes del antiguo pacto, por ende, hoy, los hombres tienen entrada al trono de la gracia por la obra que Cristo hizo en la cruz cuando van ante él en arrepentimiento, no delante de los hombres, sino delante de Dios en lo secreto de sus moradas.
"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (Refiriéndose a Jesús de Nazaret) (I Timoteo 2:5)
"Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público." (Mateo 6:6)
"Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." (Hebreos 4:14-16)
De forma clara se nos dice que Dios ha abierto el camino para que los hombres puedan ir directamente delante de Dios y entre en comunión con él. Sectas perversas como los jesuitas han establecido programas de control psicológico y mental donde exponen a sus víctimas al dominio de otros (probablemente peores que ellos), y de esta manera controlan al individuo haciéndoles creer que su destino eterno depende de cuan sumisos se muestren ante ellos para que "puedan alcanzar su salvación". La labor acusatoria sobre inocentes, no sólo es parte de la obra de las falsas sectas, sino también de Lucifer. Dice:
"...y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más." (Juan 8:1-9)
Vemos que el primero que quiere que los hombres dejen de pecar y anden en santidad es Dios mismo, sin embargo, Dios conduce a la santidad por medio de una invitación a dejar de pecar e ir por un camino de justicia y santidad. A diferencia del mundo, los falsos religiosos utilizaban la culpa como castigo y martirio y en muchos casos como forma de manipulación y subyugación. Ese es el caso de los llamados confesionarios católicos donde hombres pecadores que dicen llamarse "Santos padres" (siendo igual o más pecadores que los que acuden a "confesarse" frente a ellos) se jactan de piedad y se ubican a si mismos en un nivel "superior" para indagar en las vidas de las personas rebuscando faltas que sólo a Dios corresponde perdonar. De esta manera, los católicos se encuentran en el engaño de la manipulación, la dependencia, y creen que su destino eterno depende de detallar cada cosa errada que hacen delante de un hombre igual a ellos. De este mecanismo se ha valido el Vaticano por muchos siglos como manera de control psicológico contra aquellos ignorantes feligreses que tienen atrapados en sus redes. En la Biblia vemos claramente que en la era de la gracia, Cristo fue puesto por sacerdote de todos los hombres, quedando nula la vieja práctica de los sacerdotes del antiguo pacto, por ende, hoy, los hombres tienen entrada al trono de la gracia por la obra que Cristo hizo en la cruz cuando van ante él en arrepentimiento, no delante de los hombres, sino delante de Dios en lo secreto de sus moradas.
"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (Refiriéndose a Jesús de Nazaret) (I Timoteo 2:5)
"Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público." (Mateo 6:6)
"Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." (Hebreos 4:14-16)
De forma clara se nos dice que Dios ha abierto el camino para que los hombres puedan ir directamente delante de Dios y entre en comunión con él. Sectas perversas como los jesuitas han establecido programas de control psicológico y mental donde exponen a sus víctimas al dominio de otros (probablemente peores que ellos), y de esta manera controlan al individuo haciéndoles creer que su destino eterno depende de cuan sumisos se muestren ante ellos para que "puedan alcanzar su salvación". La labor acusatoria sobre inocentes, no sólo es parte de la obra de las falsas sectas, sino también de Lucifer. Dice:
"Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche." (Apoc. 12:10)
Las acusaciones de pecado sin base alguna provienen de Lucifer y de sus secuaces
Tomemos como ejemplo la llamada secta Mita de Puerto Rico. Su primer líder,
Juanita García Pereza (Doña Juanita), una mujer que en sus inicios era parte de una Iglesia de sana doctrina, la Iglesia Pentecostal M.I. (Movimiento Internacional) de Arecibo, Puerto Rico, quien luego de convalecer de una enfermedad y haber sido sanada, ella tomó otra dirección dejándose llevar de un éxtasis sobrenatural que tuvo. Alguna clase de encuentro místico con un espíritu de error. Luego de ese encuentro sobrenatural, ella acusaba al pastor de forma incoherente y sin base alguna, de estar en pecado.
"Más tarde ella acusaba públicamente a los ministros y oficiales de la Iglesia de Dios Pentecostal (concilio que en ese entonces eran las Asambleas de Dios antes de la gran división) de pecado, y éstos la echaron de la iglesia." (Fuente: biblicaemanuel (punto) com/Mita (punto) htm
Por sus incoherencias y desvaríos en cuanto a la sana doctrina, Juanita García Pereza fue expulsada de la iglesia Pentecostal Movimiento Internacional. Sin embargo, fuera de la misma, ella creó su propio grupo hereje donde les hizo creer a sus feligreses engañados que ella vino a ocupar el lugar del Espíritu Santo en este tiempo. Al ella morir, le sucedió otro engañador de falsa doctrina que sigue su misma línea, llamado Aarón. El falso líder que sucedió a "Doña Juanita" negó rotundamente haber tenido un hijo y se negaba a hacerse la prueba de DNA. Ante la negativa del Aarón (Líder religioso de los Mita) el Tribunal de Puerto Rico ha tenido que ordenarle hacerse una prueba de paternidad.
El asunto es que las falsas sectas, están ligadas a espíritus de error que utilizan la culpa humana como técnica de manipulación. Cuando no existe base, razón, ni prueba de sus alegaciones, entonces recurren a los intangible, a lo difícil de probar lanzando acusaciones en nombre de Dios. Se trata de una mera técnica de vencer el oído y la mente de sus oyentes haciéndoles creer que poseen un don superior al de los demás mortales.
Sin embargo, dentro de la sana doctrina, sí existen dones sobrenaturales dados por Dios donde los hombres pueden profetizar y dejar al descubierto los secretos de la gente. Sin embargo, cuando estos dones se manifiestan, son en un ambiente cuyo propósito es la edificación y se habla de forma clara y precisa y no dejando lagunas ni creando un ambiente de incertidumbre en la gente ni por medio de ambigüedades. Mucho menos, utilizar los dones como técnica de manipulación social. Dios tiene como propósito darle libertad al hombre y no traer esclavitud.