Por: Evangelista Yamil Díaz
( "OJO" CUALQUIER PECADO LO QUE ESTA OCULTO TARDE O TEMPRANO SIEMPRE SALDRA A LA LUZ)
( "OJO" CUALQUIER PECADO LO QUE ESTA OCULTO TARDE O TEMPRANO SIEMPRE SALDRA A LA LUZ)
Adulterio y fornicación son pecados que se cometen con el cuerpo, pero son diferentes entre sí.
Mientras el adulterio es cuando una persona casada tiene relación sexual con una persona que no es su cónyuge, el fornicar es cualquier acto sexual aberrante e ilícito. De hecho, tener relación sexual fuera del matrimonio es fornicar, de manera que el que adultera también fornica. Realizar cualquier acto sexual pervertido e inmoral es fornicar, aunque no se cometa adulterio, en el caso que se esté unido a alguien en matrimonio. Incluso, la raíz de la palabra “fornicar” en griego es “porneia” así como sus derivados “porneuo” y “pornos” de la cual proviene la palabra “pornografía”. El adulterio es resultado de la infidelidad, del quebrantamiento de un pacto o juramento que se haya realizado con otra persona. La Biblia claramente nos enseña que el matrimonio es un pacto sagrado, donde un hombre y una mujer, voluntariamente se comprometen a amarse y a estar juntos para siempre, delante de Dios y de los hombres. Por lo cual, el adulterio socava esa promesa y sus consecuencias son funestas para toda la familia. En la actualidad la palabra fornicación ya es extraña, pues la unión libre, el rechazo al matrimonio, las fantasías y juegos eróticos, así como el apareamiento de personas del mismo sexo se ha hecho cada vez más popular y aceptado en la sociedad como parte de un estilo de vida que muchos llaman “moderno”. Asimismo, el adulterio ya es algo tan común, que según las estadísticas de cada diez parejas ocho cometen adulterio, sin contar aquellos que no se llevan a la acción, pero que se cometen en el corazón. Metafóricamente, la fornicación en la Biblia es idolatría, adorar y comer lo que se le sacrifica a ídolos, así como adulterar es adorar a Dios, pero también a otros dioses. Tanto el adulterio como la fornicación son pecados del cuerpo, y espiritualmente sabemos que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y que por tanto, no debemos corromperlo dando riendas sueltas a la inmundicia y concupiscencias que salen de nuestro corazón.
Finalmente, sabemos que el adulterio fue condenado en el Antiguo Testamento, al punto que se pagaba con la muerte si la persona era sorprendida en el acto mismo. Sin embargo, Jehová perdonó a David cuando confesó y se arrepintió de su pecado de adulterio (2 Samuel 11, Salmos 51). También nuestro Señor Jesús no tan solo no condenó a aquella mujer adúltera, sino que la perdonó, no sin antes advertirle: “no peques más” (Juan 8:11). No obstante, en todo esto sólo hay una verdad y es que somos pecadores y por eso necesitamos un Salvador. Nuestro Señor Jesucristo no vino a juzgar al mundo, sino a salvarlo. Dios sabe quienes somos, espero que también lo sepa nuestra conciencia, no olvidando que su amor cubre multitud de faltas. Por lo cual, ahora, deja que el Espíritu Santo hable a tu corazón.
"Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios" (Gálatas 5:19-21)
"Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón" (Mateo 5:28)
"Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace" (Proverbios 6:32)
"el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca" (1 Corintios 6:13-18)
“Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios…” (Marcos 7:21)
“Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor”. (Romanos 13:9)
DIOS TENGA MISERICORDIA DE TI.UN GRAN ABRAZO, LA PAZ SEA CONTIGO.
Por: Evangelista Yamil Díaz
Por: Evangelista Yamil Díaz