La avaricia como la define el diccionario:
1) Avaricia: Codicia, avidez de riquezas
2) Codicia: Deseo o apetito ansioso y excesivo de bienes o riquezas
La avaricia no es otra cosa que el desear tener más riquezas y prosperidad de la que uno necesita. Es llenar su corazón de anhelos elevados y más allá de nuestras necesidades.
Los predicadores que predican la AVARICIA en este tiempo se encargan de utilizar todo pasaje bíblico en la Biblia que habla de prosperidad para conducir a la gente al anhelo de bienes y riquezas. Dicen cosas como: "usted no tiene porque estar en ese viejo Toyota que lo tiene todo el mundo, si Dios tiene para usted un Jaguar o un BMW..." "Usted es hijo de un rey, Dios tiene riquezas terrenales de toda clase que le esperan a usted", "no sea conformista, visualice, confiese y cree..."
Juan el Bautista amonestó a la gente que estuvieran contentos con sus salarios y no fueran tras riquezas ni que por obtener ganancias terrenales hicieran mal alguno al prójimo.
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario. (Lucas 3:8-14)
El apóstol nos dice que muchas llenarían su corazón de avaricia y orientarían el mensaje cristiano haciendo del mismo una herejía para obtener riquezas terrenales.
Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. (II Pedro 2:1-3)
Dios detesta las riquezas que amontona el hombre sin propósito alguno
Como la perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona riquezas; en la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será insensato. (Jer. 17:11)
Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá. (Salmo 39:6)
porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.(I Tim. 6:7-10)
!!Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. (Stg. 5:1-3)
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. (Lucas 12:15)
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