"Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio." (Hebreos 6:4-6)
Gente de las cuales Dios tuvo misericordia de ellos y los libertó de toda clase de ataduras de adicción a drogas, fornicación, alcoholismo, adulterios, malicia, engaño, impurezas, estilo de vida disturbado, y toda clase de esclavitud del pecado. Luego que pasaron por el mismo infierno y fueron libres fueron hechos embajadores de Cristo y luz en medio de la oscuridad. Testificaban de la libertad dada por Jesucristo. Luego por darle entrada al enemigo en alguna área fueron arrastrados al mismo infierno del cual Dios los sacó y su estado vino a ser mucho peor que el primero. Ahora lo que un principio era objeto de su vergüenza viene a convertirse en su nuevo modo de vida, nuevamente revolcándose en lo que saben destruyó si vida al principio. (Lucas 11:26, Mateo 12:45, II Pedro 2:22)
El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente. (Ecl. 10:8) (I Cor. 6:9)
Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. (II Pedro 2:20-21)