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Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la VERDAD, y vestidos con la coraza de JUSTICIA, y calzados los pies con el apresto del EVANGELIO DE LA PAZ. Sobre todo, tomad el ESCUDO DE LA FE, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el YELMO DE LA SALVACION, y la ESPADA DEL ESPIRITU, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda ORACION y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio (Efesios 6:10-19)
Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos. (Deuteronomio 1:30)
Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos. (Deuteronomio 1:30)
Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. (II Timoteo 2:4)
Lea los 28 capítulos del libro de Los Hechos de los apóstoles y vea como los cristianos usaron su armadura dada por Dios: