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jueves, 3 de mayo de 2012

Anunciar (declarar) el evangelio de Cristo versus el “declarar” como técnica de la Nueva Era

La gran comisión que Dios le ha dado a los creyentes en Cristo es a anunciar el evangelio de la salvación a toda criatura. Dentro del marco de la Palabra de Dios, el llevar las buenas nuevas de salvación consiste en anunciarle a los hombres el amor de Dios quien ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda y tenga la vida eterna. El mensaje central de la Biblia es la redención del hombre por medio de un salvador divinamente escogido. Los 66 libros de la Biblia nos hablan de la historia de una nación por la cual vino el Mesías salvador. La salvación vino por medio de los judíos. Jesús de Nazaret vino a cumplir todas las profecías que por siglos anunciaron hombres consagrados de Dios entre los que se encontraron: caudillos, reyes, sacerdotes, jueces, profetas y siervos humildes de Dios. Todos anunciaron un mensaje en común y este era que Cristo era el Mesías prometido para ser el cordero sacrificado para salvar a la humanidad. La sangre derramada de Cristo limpiaría nuestros pecados y Jesucristo por medio de su resurrección de entre los muertos nos llevaría a una vida en santidad por medio de su Espíritu Santo. Dios vino a anunciarle al hombre libertad, sanidad, redención, restauración, regeneración, llenura del Espíritu Santo, ciudadanía en los cielos y el derramar de los dones de Dios sobre el hombre que se arrepiente. En eso consiste el ANUNCIAR, EL DECLARAR, el evangelio. Hasta aquí hemos visto la óptica bíblica.
Ahora bien, en estos tiempos postmodernos tenemos otra clase de declaraciones que no son bíblicas. Se trata de técnicas orientales introducidas con sutilezas en las congregaciones. La Nueva Era posee una filosofía que afirma que los hombres y Dios son la misma cosa. Esto se llama panteísmo. El creer que no hay diferencia entre el Creador y la criatura. De esta manera afirman que el hombre al ser similar a Dios, atrae su mismo poder. Y de esta forma le otorgan el poder al hombre de crear. Promueven la idea que el hombre crea todo alrededor por medio de la palabra hablada. Afirman que las palabras del hombre son energía que transforma todo alrededor. Los monjes budistas pueden hacer sanidades, y cambios en el ambiente con lo que consideran es el poder de la mente humana y técnicas de visualización, autosugestión, incubación de ideas, y confesiones positivas. De esta manera el hombre puede auto otorgarse todo lo que desea, sea salud, dinero, bienes o riquezas. Estas prácticas han penetrado las iglesias cristianas por la obra de ex-budistas que han aplicado sus viejos conocimientos mezclando el cristianismo con estas ideas. Es así como tenemos a Paul Yongui Cho difundiendo en el mundo evangélico, su óptica de la Nueva Era, ahora cristianizada. Vienen a torcer la Biblia, interpretando pasajes de la Biblia para adjudicarle justificación a sus ideas de poder mental.


La gran tragedia de estas nuevas tendencias es que vienen a tratar a Dios como si Dios fuera un pensamiento, una energía, una fuerza, sujeta al poder de la lengua humana. Es decir, el hombre habla y el falso "Dios" que ellos han creado tiene que obedecer el mandato de los designios del hombre.
Esto es muy diferente a lo que enseña la Biblia. La Biblia presenta a un Dios personal. Un Dios que oye, atiende y responde. Dentro del responder de Dios, él como soberano puede contestar o dejar de hacerlo según sea su omnisciencia y voluntad. En cambio, esa no es la óptica de la Nueva Era. La óptica de la Nueva Era, al otorgarle poder a la lengua humana, propone a un Dios esclavo de las palabras de los hombres. Una clase de falsa fe, donde el hombre crea su propio mundo. Lo trágico de estas creencias es que vienen disfrazadas y con sutilezas. Vienen disfrazadas de espiritualidad. Es así como ahora tenemos gente en las iglesias que en vez de estar orando para santificación y separación para Dios, a lo que se dedican es a "declarar" que tienen autos, casas, y toda clase de cosas que pretenden materializar por medio del nuevo entretenimiento cristiano que muchos les han hecho creer por medio de literatura y prédicas torcidas.


Tomemos nuestra Biblia y leámosla y veremos que el ejemplo dado por Dios en su Palabra, es un Dios personal y nada que ver con estas ideas de visualización oriental.


Tomemos este ejemplo, en el siguiente ejemplo les presento una escena o situación sobre la verdadera fe cristiana:


LA FE CRISTIANA:


En I de Samuel capítulo 1 vemos la historia de Ana y se deseo de poder dar a luz un hijo. Se relata que iba al tempo y oraba largamente presentando a Dios su petición. Vemos como pasado un tiempo, Dios se acordó de la oración y petición de Ana y le concede tener ese hijo que ella tanto deseaba. Es así como nació el pequeño Samuel.


Lo anterior es la óptica bíblica de la fe.


LA FE DISTORCIONADA QUE HA INTRODUCIDO LA NUEVA ERA EN LAS IGLESIAS:


Ahora bien, en estos tiempos postmodernos vemos otra clase de "fe". Se llama la fe que nos trae la Nueva Era. Esa falsa fe promueve la idea que usted crea su realidad por medio de las palabras. Es decir, en vez del escenario anterior lo que tendríamos hoy sería un cuadro como:


Una mujer llamada Ana decreta y ordena por medio de sus palabras que dará a luz un hijo. Se levanta por la mañana y dice: "lo tengo, lo he recibido, ya se ha materializado". Hace una lista de descripciones la cual pega en su nevera y las lee a diario. En ella describe las características físicas del hijo a pedido que mandó a buscar. Dice:

1) Tiene los ojos verdes
2) Cabello rubio
3) Pesa tantas libras
4) Se parece a su madre
5) Y así una larga lista de lo que ella piensa creará por medio de sus palabras, la visualización, la incubación de sueños y la materialización de los mismos.


En la primera clase de fe, la fe cristiana, es Dios está a cargo de todos los detalles y de la respuesta. Dios es tratado como lo que es, una persona. En la segunda "fe" es el hombre quien cree obtener la respuesta por medio de su esfuerzo. Es una clase de falso "dios" que se resume en sus palabras, alguna clase de fuerza o energia. En la última fe, cuando el hombre no obtiene lo que quiere viene luego el énfasis en la culpa humana y con ella la manipulación de otros haciéndole creer que no obtuvo lo que pedía porque hay algo oscuro en su vida o hay alguna falla o falta de integridad de su parte. Lamentablemente el juego falso religioso que muchos juegan hoy.


Tengamos cuidado y no estemos cambiando la Palabra de Dios por fábulas artificiosas que vienen a desviarnos de la fe y la espera en Cristo.

“Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, Y SI SE CUMPLIERE la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; NO DARáS OíDO a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.” (Deuteronomio 13)
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