"Se cansó
Dios" lleva por título este tema. Tiene como base el capítulo 4 de Juan.
Habla sobre el encuentro de Cristo y la samaritana. Dice: "Y
estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo.
Era como la hora sexta." (Juan 4:6)
Jesús no era un profeta más, Jesús no era un simple hombre más, Jesús no
era un simple maestro más. Jesús era y es el Dios-Hombre, uno en deidad con el
Padre. Ese mismo Dios tomó forma de siervo y caminó entre los hombres. Tomó
humanidad. En su humanidad tenía necesidades como todos los humanos, le daba
hambre, se cansaba. Dice que Jesús cansado del camino tuvo la necesidad de
descansar junto al pozo de Jacob. Allí en aquel pozo se encontró con una mujer
samaritana. Había ciertas diferencias entre judíos y samaritanos. La mujer se
extraña de que Cristo siendo judío le pidiera agua. Era que Cristo tenía algo
que mostrarle a ella. Cristo veía en ella un alma sedienta que necesitaba del
agua de Dios, sin embargo el escenario parecía ser el de un simple hombre judío
que iba en búsqueda de agua. A veces el escenario es muy diferente al que
aparenta. Cristo se mostraba como el que tenía sed, pero quien verdaderamente
estaba sediento era aquella mujer que necesitaba la salvación. Los judíos
fueron esa nación escogida por Dios para por medio de un linaje sagrado viniera
a la tierra Cristo Jesús a salvar a la humanidad. Cristo se encontró con una
mujer que no era judía y le habló de la salvación de Dios. Una muestra de que
la gracia y el perdón de Dios se extienden a los gentiles y a gente que no son
judíos. Pero hay algo que quiero que noten y es que dice Juan 4:6 que Dios se
cansó. A veces Dios se cansa. ¿De qué manera? Dios escogió a un pueblo para
traer bendición a las naciones, si el pueblo no cumple su misión dada por Dios
de llevar bendición, Dios buscará a un siervo que cumpla su propósito. Aquella
mujer parecía no estar en el escenario de la salvación, sin embargo, Dios la
visitó y le extendió su gracia. Dios escogió a los judíos para traer la
salvación, sin embargo, aquí tenemos a una no judía recibiendo la salvación. En
el largo camino al pozo, Dios pudo encontrarse con mucha gente en necesidad,
pero fue una mujer samaritana la que recibió la bendición. Dios está cansado
del camino de aquellos que dijeron: "voy" y no fueron. Dios está
cansado del camino de los llamados, pero que no actúan como escogidos. Dios
está cansado de escuchar los lamentos y las quejas de aquellos que una vez
llamó pero que tomaron otro rumbo. Dios se cansó y se fue al pozo y allí
encontró a una samaritana. La samaritana, la menospreciada, esa que todo el
mundo señalaba por tener más de un marido. Esa fue la que Dios miró con
necesidad y la restauró y la hizo una sierva. Es posible que esa samaritana sea
usted, el vaso que Dios escogerá para hacer una revolución. Dios se cansó del
camino. Ahora viene a buscar algo nuevo, nuevos bríos junto con un alma
restaurada. ¿Serás tú esa alma?