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En Jesucristo tenemos a Dios con nosotros y en nosotros (Juan 15:5). Tenemos toda la riqueza de lo que Dios es a nuestro alcance. Solo necesitas acercarte a él de forma sincera.
Todo el que recibe a Cristo de forma sincera, recibe su protección:
Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado. (Salmo 119:114)
No importa cuales sean los vientos y tormentas. Jesucristo estará presente para defenderte.
Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa. (Is. 32:2)
Cuando los problemas te agobian, allí estará él para ser tu abrigo.
“y habrá un abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero”. (Is. 4:6)
¿Dónde buscas defensa para ti?
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. (Salmo 91:2)
Solo uno tiene lo que necesitas:
Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. (Is. 43:11)
Solo necesitas mirar a él:
Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. (Is. 45:22)
Solo confía:
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; (Salmo 46:10)
No existe ni un solo día que estes solo si recibes a Cristo como salvador:
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12)
El peleará todas tus batallas:
Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti. (Dt. 28:7)
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Cuando Jesucristo ascendió a los cielos, rogó al Padre para que nos enviara otro Consolador.
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. (Juan 14:16) Ese "otro" Consolador proviene del griego "allos" que significa: "otro del mismo tipo". Eso quiere decir que si tenemos al Espíritu Santo, tenemos a Cristo.
"Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él". (Romanos 8:9)
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