Mi abuelo suele decir: “la medicina amarga es la que cura”. Creo que tiene algo de cierto. Dice Proverbios:
La reconvención es molesta al que deja el camino; y el que aborrece la corrección morirá. (Proverbios 15:10)
Esa palabra que a veces no nos gusta pero que hay que atender. Atender o no hacerlo, tiene sus resultados.
El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina. (Proverbios 29:1)
Hacer caso o no, puede darle distintos rumbos a nuestra vida.
El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección tiene entendimiento. (Proverbios 15:32)
Dos caminos delante de nosotros, la bendición o la maldición.
Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra. (Proverbios 13:18)
Rechazar la buena dirección de Dios nos lleva a un camino errado.
Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos. (Is. 63:10)
La humillación ante Dios puede traer vida, pero la rebelión ante su Palabra trae todo lo contrario.