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Peligroso síndrome denominado “El Gabán”, también conocido bajo el nombre de “Cuello Erguido” afecta diversidad de personas, en especial religiosos.
Se ha comentado que dicho síndrome es muy peligroso y que provoca unos resultados serios y nefastos para todo el que lo adquiere. Entre los síntomas identificados por las personas que lo han notado se encuentran:
1) Endurecimiento del cuello de las personas imposibilitando el que sus víctimas puedan mirar a la derecha o a la izquierda mientras están en sus servicios religiosos o al encontrarse con algún conocido.
2) Rigidez en la zona muscular en la parte superior de la espalda.
3) Aislamiento.
4) Estado de alerta involuntario al notar a otros con el mismo síndrome.
5) Desinterés ante todo aquel que no posea el mismo síndrome.
6) Silencio ante las personas que visten humildemente.
7) Sensación interior de esponjamiento.
8) Lentitud de las emociones.
9) Sentimiento de grandeza inexplicable.
10) Autocomplacencia
11) Sentimiento de superioridad involuntario.
12) Complejo de ser adorno en un lugar.
13) Movimientos de reojo involuntarios ante todo el que carezca de gabán o trajes lujosos.
14) Falsos sentido de confianza y de dominio de todo alrededor.
15) Prepotencia
16) Estreñimiento (Por lo general la persona se abstiene involuntariamente de ir al baño)
17) Reacción de movimiento muscular en la totalidad del cuerpo al notar a alguien que posee anillo de oro, joyas o prendas de gran valor.
18) Se agravan los síntomas cuando hay muchedumbres alrededor.
19) Puede entrar en estado de coma si escucha multitudes aplaudiendo a su alrededor. Le dará la sensación de que es un homenaje hacia usted y le hará ponerse de pie involuntariamente.
20) Ceguera parcial.
20) Puede afectar tanto al hombre como a la mujer de igual forma.
21) El síndrome se adquiere progresivamente.
22) Sentimiento de desdén o desagrado al encontrarse a un pobre.
23) Se agudiza el sentido del olfato en especial le parece oler mal aquellos con vestidos de harapos.
24) Sentimiento de culpa y de hipocresía al tener que abrazar a un pobre por abligación.
25) Una necesidad de bañarse o lavarse las manos de forma urgente al saludar a un pobre.
Nota: Algunas personas han afirmado obtener alivio a este terrible síndrome con el simple hecho de tirar de ellos las etiquetas, los gabanes o los vestidos costosos y de lujos. Hasta el momento la UNICA cura disponible se encuentra en una alta dosis del medicamento: Philippians 2.3 mg (Disponible gratuitamente)
"Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?" -Santiago 2:1-4
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