Se ventilan toda clase de
noticias en nuestra sociedad. En especial, en estos últimos tiempos, los
reclamos de parejas del mismo sexo a adoptar niños conjuntamente. Recientemente
surgió una noticia en Rusia donde se le mostraba carácter a los
"activistas del género". Rusia crea leyes contundentes que van en
contra de las uniones del mismo sexo. Según expresa la noticia originalmente
lanzada por la BBC bajo el título "La ofensiva de Rusia contra los homosexuales", citamos parte de la
misma:
"La familia, la maternidad y la infancia en su concepción
tradicional (...) representan los valores que aseguran el relevo generacional
ininterrumpido" y por ello, "necesitan una especial defensa por parte
del Estado".
Y agrega que hay que defender a los niños "de los
factores que influyen negativamente en su desarrollo físico, intelectual,
psíquico, espiritual y moral".
De forma contundente, Rusia reconoce que existe un
peligro real que afecta el desarrollo de los niños cuando se rompen los modelos
familiares tradicionales donde existe la figura de un padre y una madre.
¿Es saludable para los niños que están creciendo el
tener como figura y modelo parejas del mismo sexo?
De forma contundente, un
estudio en la Universidad de Texas demuestra lo nocivo, dañino y pernicioso que
resulta el tener modelos distorsionados en la familia como lo son las uniones
entre el mismo sexo que por alguna razón adoptan o crían niños. La noticia fue
publicada por La Gaceta bajo el título: "Confirman los efectos negativos
de la adopción por homosexuales". Parte de la noticia lee como sigue:
"La Universidad de
Texas ha demostrado la validez de un estudio del sociólogo Mark Regnerus en
el que demostraba que los hijos adoptados por parejas homosexuales tenían más
riesgos de depresión que aquellos educados por parejas heterosexuales."
"Regnerus
demostró con su estudio que, cuando son adultos, los niños que han sido
educados por parejas homosexuales -especialmente lesbianas- tienen más
problemas sociales y emocionales que los niños criados por un padre y una
madre. Concretamente, concluía que los hijos adultos de parejas homosexuales
tenían el triple de posibilidades de desempleo y de riesgo de suicidio."
"Después de estudiar
detenidamente los resultados de la investigación, la Universidad ha asegurado
en un comunicado que "las conclusiones del profesor Regnerus son
completamente válidas". Y añade que "ninguna de las acusaciones de
mala conducta científica planteada por el Sr. Rose estaba suficientemente
justificada. Varias de las denuncias fueron más allá del ámbito de la
investigación" señala el documento."
Como podemos ver, diversidad
de medios de comunicación en el mundo se han dedicado a hacer una amplia
propaganda en muchos casos a favor de las uniones entre el mismo sexo, y en
gran cantidad de casos, etiquetando de "fundamentalistas" a todos
aquellos que defienden los valores en la sociedad y expresan de alguna manera
su descontento frente a las nuevas tendencias sociales. Sin embargo, existen
pruebas contundentes que demuestran lo nocivo que resulta estos nuevos reclamos
en la sociedad de abrirle paso a uniones entre el mismo sexo en matrimonio y/o
otorgarle derechos a personas que desechan el uso natural y biológico de la
sexualidad para orientarse por caminos diferentes y contra naturales.
Todo el mundo reclama derechos, las parejas del mismo
sexo piensan de forma completamente egoísta en sus reclamos de
"derechos". Sin embargo, ¿Dónde quedan los derechos de los niños que
se están desarrollando? ¿Dónde queda el derecho de aquellos que todavía no
tienen la capacidad para elegir lo que quieren y se ven en la encrucijada de
tener que convivir bajo modelos distorsionados que van en contra de la misma
naturaleza? ¿Dónde queda la salud emocional y psicológica de esos niños? ¿Quién
piensa en ellos? Recientemente escuchaba a un líder político de Puerto Rico
llamado Eduardo Bathia quien favorecía en su discurso este tipo de uniones
dañinas abogando a favor de que las parejas del mismo sexo puedan tener
"derecho" de adopción de niños. El colmo de su discurso fue que daba
a entender que el daño para los niños consiste en negarle ser adoptados por
parejas del mismo sexo. Parece mentira que los políticos de los países estén
tan ciegos que solo vean el egoísmo de los adultos y no pueden velar por la
salud emocional de los niños que se levantan. La política, la demagogia, lo
inescrupuloso de muchas de las medidas que tienden a aprobarse en muchos de los
pueblos es algo repugnante y vergonzoso. Aquellos que se supone defiendan a la
generación se comportan como animales irracionales, ciegos y descerebrados,
siempre pensando en cómo mantener el poder, cueste lo que cueste. ¿Qué de los
derechos de los niños? Vuelvo y pregunto. Ya los estudios han demostrado lo
nocivo que resulta para los pequeños que están creciendo el estar en un hogar distorsionado.
¿Qué haremos como sociedad? ¿Seguiremos eligiendo políticos y legisladores que
no aportan nada positivo a nuestro pueblo? ¿Podremos tomar conciencia y poner
por medio de nuestro voto y expresión, las cosas donde deben estar? Ojala que
en nuestra sociedad perdure y gane la conciencia, pero sobre todo, que nuestros
niños sean los que ganen. Que los podamos brindar un hogar sano, con modelos
verdaderos y reales donde existe la figura de un padre y una madre, aquellos que
los trajeron al mundo y donde debe reinar el amor genuino y no otra clase de
cosas.
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