No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. -Mt 7:21-23
Utilizan el mensaje bíblico para orientarlo a sus fines particulares que nada tienen que ver con la pureza, santidad y consagración. Se han desligado de la esperanza eterna para enfocarse en los bienes de esta vida.
Vea: