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A la mayoría de los apóstoles de Dios no les resultó un camino de rosas la obra evangelizadora. Pablo, fue uno que al entregarse a Jesucristo estuvo dispuesto a traspasar toda clase de impedimentos con tal de obedecer el llamado de Dios. Bien pudo elegir por escoger una esquina o un rincón y establecer una sinagoga para hablar palabras suaves, "positivas", halagueñas con tal de atraer gente a su grupo y congraciarse con muchos, pero no, ese no fue su llamado. Su llamado fue a predicar la verdad en cada esquina. A no callar, a hablar lo que Dios quería que hablase. El mover del Espíritu lo llevó contrastar con el mundo y el mundo le pagó con persecución, cárceles, azotes y peligros diversos. Todo aquel que realmente ha sido llamado, se encontrará en su camino toda clase de oposición. A Pablo y muchos otros le costó hasta la cárcel, pero la cárcel no pudo encerrar el mensaje de Dios. Son muchos los libros del Nuevo Testamento escritos desde ese lugar. Una aparente aflicción, es convertida por Cristo en una gran bendición para todos. Probablemente, el enemigo se las ingeniará para poner toda clase de obstáculos en el camino, pero esos aparentes obstáculos no son más grande que el Dios que te ha llamado. Dice Pablo:
Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez... (II Cor. 11:25-27)
"y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud..." (Gá. 2:4)Aún en tu camino te encontrarás limitaciones de aquellos que piensan que son superiores sin serlo en realidad (III Juan 1:9-10). Ya se nos advierte en el libro de III de Juan de esta clase de obstáculos. El libro de Juan nos habla de personas que envueltas en sus "complejos de apóstoles" sirvieron para entorpecer la labor apostólica de los siervos de Dios. Vea el tema: La oposición de Diótrefes ayer y hoy
¿Qué tenemos aquí?
Tenemos a personas que rompen con la vida de la iglesia para ir en pos de un control no sano. Un control que nace de sus complejos y de su prepotencia. Tanto así que utilizando los podios de las iglesias limitan al mismo Espíritu Santo y el avance del verdadero evangelio.
Mi opinión sobre Diótrefes...
La Biblia menciona ciertos aspectos del opositor de los apóstoles llamado Diótrefes, sin embargo, hay un mensaje implícito que debemos conocer.
Para que Diótrefes ganara la aceptación dentro del liderato de la iglesia, debió comportarse como la imagen misma de una gran cizaña. Es decir, su apariencia externa era tan parecida a los apóstoles de Dios que era tenido como uno de ellos.
Prepárese para lo que voy a decir, Diótrefes lucía como todo un evangélico fundamentalista. De seguro predicaba con gran elocuencia y de forma atrayente. Sus mensajes pudieron estar adornados con palabras motivadoras, halagueñas, y estremeciendo las emociones de sus oyentes. No olvide que para ser tenido como un apóstol y para retar a los apóstoles de Dios no podían faltar en su mensaje el constante uso del nombre de Dios y de nuestro Señor. Leía las Escrituras en público, la citaba y predicaba de ella. Tenía oyentes y gente que lo admiraba. Sin embargo, el propósito de su mensaje era impedir el avance de las verdades apostólicas y alejar la iglesia del buen pastorado de Dios para colocarse él en su lugar.
Diótrefes no estaba fuera del redil, sino dentro.
El libro de III Juan nos dice que Diótrefes no estaba fuera de la iglesia. No era un opositor en una esquina ni en un rincón. Diótrefes había escalado dentro de las congregaciones de tal forma que se había encumbrado en puestos de autoridad entre los hermanos. Una vez allí, limitaba a los apóstoles con su prepotencia. Prepotencia que nacía del mismo infierno. Dios iba en una dirección, pero Diótrefes adornaba sus mensajes para conducir a la iglesia hacia otra. La prepotencia de Diótrefes le hacía creer que su mensaje iba por encima o era superior al mensaje de los apóstoles, es decir, pensaba de si mimos que debía él estar colocado por encima de todos. De esta manera amordazaba a los hermanos y se colocaba él o a aquellos que tenía controlados. No miraba a la iglesia como el cuerpo vivo de Dios sino como un grupo al que había que controlar y someter a sus designios cayendo en antagonismo contra Dios mismo. Las sutilezas de Diótrefes se hacen evidentes en la manera en que convencía a los hermanos. Esta verdad nos debe advertir que Dios no se fija en las apariencias de religiosidad sino que el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Posiblemente hoy existan los sucesores de Diótrefes adornados con toda clase de blancura en su exterior, pero en su interior seguirán siendo sepulcros llenos de hediondez. El Espíritu Santo desea ir en una dirección y ellos hacia otra.
No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino aquel que hace la voluntad del Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21)
Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. (Mateo 18:6)
Vea el tema: