En la Biblia vimos ejemplos de la separación que existe entre las diferentes cultos. Uno de los profetas que más vehemente se enfrentó a los de la fe pagana, lo fue el profeta Elías quien en el arroyo de Cisón degolló a sus adversarios por atentar contra la verdadera fe en Dios luego de la victoria de un reto o desafío público (I Reyes 18:40; I Reyes 18:21). En tiempos antiguos, Dios permitió este tipo de actos violentos para expresar la abominación real que es la idolatría. Hoy, en el tiempo de la gracia, Dios no promueve por medio de su Palabra el que se use la fuerza ni la violencia contra los paganos o idólatras, simplemente, el consejo de la Escritura es a alejarnos de tales prácticas horrendas y no tener comunión alguna con los que así hacen. Sin embargo, los enemigos del evangelio sí parecen tener una agenda vionenta contra los cristianos que siguen la Palabra de Dios. Si usted se lee el juramento de los jesuitas católicos podrá notar como juran asesinar a los protestantes. Esto demuestra que hay una guerra religiosa todavía vigente.
La Biblia está llena de ejemplos de predicaciones de los profetas donde advierten al pueblo sobre los juicios de Dios si continúan rindiendo homenaje o culto a ídolos paganos. Es decir, el mensaje de la Biblia nos indica que hay un sólo Dios en los cielos y que todos los demás son ídolos que deben ser derribados (II Corintios 6:16).
Hoy, pareciera que la idolatría amenaza con nuevas técnicas de maldad. Ahora son muchos los que con Biblia en mano afirman de manera engañosa que todo es lo mismo y que todo conduce al mismo camino. Aquellos que hoy afirman con Biblia en mano, que todo es lo mismo o que conduce a un mismo camino se oponen a la verdad bíblica apostólica y al mensaje de los profetas de Dios. Los dos principales pilares de los apóstoles y los profetas exponen las tendencias ecuménicas como engañosas y corruptas.
Olvídese de los espectáculos de milagros hechos por mano de hombres religiosos quienes van afirmando que el Nuevo Orden Mundial y su sincretismo es aceptable. Hágale caso a la Palabra de Dios. La Biblia nos advierte sobre milagreros que engañarían a muchos con sus obras y portentos y que luego irían a condenación. El hecho de que un hombre utilice el nombre de Cristo y haga milagros eso no significa que el tal sea una garantía de salvación. La Biblia dice bien claro que ante Dios se presentarían hombres afirmando haber hechos grandes proezas en nombre de Dios, sin embargo, Dios declarará nunca haberlos conocido (Mateo 7:22-23).
Las tendencias ecuménicas son parte de esas acciones horrendas que conducen a la perdición y a la condenación. ¿Será que muchos de los ecuménicos ignoran que el Vaticano ha estado bajo el control de los enemigos del evangelio?
Las tendencias ecuménicas hoy son lideradas por el Vaticano. El Vaticano liderado por un NAZI llamado Ratzinger. Los NAZI fueron y serán siempre los enemigos del pueblo de Dios. ¿Puede un verdadero creyente estrechar lazos con los asesinos de la verdad?
Dice la Biblia:
No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios. (Levítico 26:1)
Averg:uéncense todos los que sirven a las imágenes de talla, Los que se glorían en los ídolos. Póstrense a él todos los dioses. (Salmo 97:7)
Y sirvieron a sus ídolos, Los cuales fueron causa de su ruina. (Salmo 106:36)
Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres.Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven; Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían. -Salmo 135:15-18
Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. (Is. 44:9)
Por tanto, he aquí vienen días en que yo destruiré los ídolos de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de ella. (Jer, 51:47)
Y los que de vosotros escaparen se acordarán de mí entre las naciones en las cuales serán cautivos; porque yo me quebranté a causa de su corazón fornicario que se apartó de mí, y a causa de sus ojos que fornicaron tras sus ídolos; y se avergonzarán de sí mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones. (Ez. 6:9)
sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. (Hechos 15:20)
porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero. (I Tes. 1:9)
¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. (I Cor. 10:19-20)
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso. (II Cor. 6:14-18)