El principio de tu derrota consiste en una rodilla paralizada incapaz de hablar con Dios a diario. El principio de tu victoria consiste en postrarte y hablar con Dios, entregarle tus inquietudes y pedirle y permitirle que obre en tu vida en TODO lo que haces. "Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Por lo cual, levantad las manos caídas y las RODILLAS PARALIZADAS; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor." (Hebreo 12:11-14)
"Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces." (Jeremías 33:3)
Notemos que aquí Dios habla en SINGULAR y no en Plural. NO es Cristo y los ídolos, no es Cristo y María, No es Cristo y las imágenes. Es solamente Cristo. Si verdaderamente esperas un milagro y una respuesta, dirige tu fe al blanco correcto. "Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas" (Isaías 42:8)
El nombre "Jehová" ó "Yavé" ó "Yo soy el que soy", corresponde al único Dios en los cielos el cual es tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y estos tres son UNO. (I Juan 5:7) (Lucas 3:22) (Juan 14:9) (Proverbios 30:4)