A menudo, la música que entra por los oídos de la gente puede convertirse en una escuela perversa que impone estilos de vidas distorcionados, rebeldía, perversión, malicias, irreverencias, blasfemías, iniquidad, necedad y cosas que producen muerte. Lo mismo sucede con muchos programas que ven nuestros ojos en la T.V., pueden hacerle creer a la gente que estilos de vidas depravados es lo normal y natural. ¿Qué se convierte en nuestro modelo a seguir? La corriente del mundo o la Palabra de Dios. Dios puede emblanquecer aquello que el enemigo dañó. Dice:
¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. (Malaquías 3:2)
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. (Apocalipsis 22:14)