(Súper Héroe “Green
Lantern” (Linterna Verde) materializando
cosas por medio de la visualización positiva)
El evangelio falso
(el falso Cristo de la Nueva Era cristianizada) propone una idea similar a la película
“Green Lantern” (Linterna verde). Linterna Verde (El filme cinematográfico)
propone la idea que todo se puede crear con la palabra hablada. Materializar
toda clase de cosas por medio de la “energía” y poder de la mente que
transforma las cosas y altera el mundo. Esta idea se basa en el panteísmo (todo
es Dios) y como “todo es Dios” las palabras alteran el mundo físico. Por lo que
si usted habla lo que quiere, su realidad se transforma a pedir de boca. Una
escuela de esta “teología” es el libro “La cuarta dimensión” (de Paul Yongui
Cho). “Sueña, incuba, crea en tu interior, da a luz lo que soñaste”. De esta
forma el creyente ya no tendrá que presentar una humilde petición a Dios para
que Dios conteste si quiere o no, sino simplemente el hombre se sirve a si
mismo lo que quiere si simplemente confiesa de forma positiva: “Lo creo, lo
tengo, lo declaro, lo decreto, está hecho”. Una cosa es creer que Dios contesta
nuestras peticiones y conocer que Dios responde a nuestro clamor y otra cosa es
creer que lo que obtenemos es el producto o resultado por nuestro esfuerzo, sea
el que sea. Los monjes budistas hacen toda clase de milagros y de la misma
forma, los que siguen la Nueva Era cristianizada hacen grandes portentos y señales.
Pero esas señales no salvan. İOjo! Cuidado con los alquimistas. Los alquimistas
hacen transformaciones de la materia y para lograrlo se preparan de diferentes
maneras. Piensan que la vida eterna la consiguen por medio de esfuerzo humano.
Una demostración
de que el evangelio de Cristo no es similar a la Nueva Era, se encuentra en la
historia de Job (Libro de Job). Job fue puesto a prueba de diferentes maneras.
Se le hizo partícipe de enfermedad, luto, crisis, problemas de diversas índoles;
sin embargo, la manera con la cual Job logró superar dichas pruebas no fue
siguiendo la metodología que propone Paul Yongui Cho en su libro “La Cuarta Dimensión”
(incuba, crea, confiesa y recibe) sino de otra manera: SE FIEL A DIOS Y ESPERA
EN EL. Dios es quien cambia el escenario
con su boca y no el hombre, cuando el hombre espera y confía en la bondad de
Dios.
¿De qué manera Dios contestó las peticiones de la iglesia primitiva y como hicieron muchos milagros por medio del poder de Dios? Véalo en este ejemplo:
“Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y CONCEDE a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.” (Hechos 4:29-31)
Lo que vemos es una oración dirigida y esperanzada en la respuesta de Dios. Sumisión y humillación delante de Dios. Dependencia de Dios. Y un pedido especifico de lo que se anhela. La respuesta de Dios no se hizo esperar.
Esto es muy diferente a otra clase de prácticas modernas.
Otra muestra de lo que es la fe bíblica: “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:1-8)
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos (Efesios 6:18)