“Y cuando
hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros
os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y
las ovejas del rebaño serán dispersadas. Pero después que haya
resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Respondiendo Pedro, le
dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que
esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le
dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los
discípulos dijeron lo mismo.” (Mateo 26:30-35)
“ Los que prendieron
a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los
escribas y los ancianos. Mas
Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se
sentó con los alguaciles, para ver el fin.” (Mateo 26:57-58)
“Pedro
estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú
también estabas con Jesús el galileo. Mas él negó delante de todos, diciendo:
No sé lo que dices. Saliendo
él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba
con Jesús el nazareno. Pero
él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre. Un poco después, acercándose los que por
allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque
aun tu manera de hablar te descubre. Entonces él comenzó a maldecir, y a
jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entonces
Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante
el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente. “
(Mateo 26:69-75)